RECURSOS NATURALES CONMEMORA EL 7 DE JULIO COMO EL DIA NACIONAL DE LA CONSERVACIÓN DEL SUELO

En un momento en que todos pensaban que la riqueza estaba constituida por los metales preciosos, Manuel Belgrano pregonaba que la agricultura era la base de la riqueza de las naciones y trabajó para la creación de una escuela de agronomía, donde se enseñe a distinguir cada especie de tierra y el cultivo conveniente a cada una.

En la actualidad, el contexto del desarrollo del país y del Chaco tienen su base en la producción agropecuaria y forestal y ésta, es fuertemente dependiente de la capacidad y fertilidad de los suelos, pero en un marco de sustentabilidad.

La provincia del Chaco, por Decreto 1.208 del año 1990 se declaró de Interés Provincial el 7 de Julio el Día de la Conservación del Suelo”. Asimismo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, en sus siglas en ingles) declaró a este año 2015, como el año internacional de los Suelos resaltando su valor como capital económico, social y ambiental en el marco del uso sostenible de nuestros recursos naturales.

En la provincia hoy se cultivan más de 1.800.000 hectáreas de soja, algodón, girasol, maíz, sorgo, trigo, etc; la producción forestal se apoya en 5.500.000 de hectáreas y la ganadería de más de 2.700.000 cabezas de ganado bovino, tienen su basamento en la potencialidad de los suelos de las 10.000.000 de hectáreas catastrales de su territorio.

El compromiso entonces, es promover la conservación de este recurso natural con la visión de incrementar su capacidad productiva y a la vez mantener sus propiedades físicas, químicas y biológicas.

La Subsecretaría de Recursos Naturales propone la incorporación en los esquemas productivos de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), que la F.A.O. desde 2.004 avala y la promueve. Estas BPA consisten en la aplicación del conocimiento y tecnología disponible, y mediante una utilización sostenible de los recursos naturales para la producción se procure la viabilidad económica y la estabilidad socio-ambiental.

En este caso, y en la actualidad, no podemos dejar de destacar el rol de la “siembra directa”, que entre sus ventajas cuenta con reducir prácticamente a nula la erosión del suelo, ahorra más del 60 % de combustible fósil y con ello la emisión de carbono y los costos de producción, mejorando la fertilidad física y química del suelo.

Otra de estas prácticas es la “rotación de cultivos”, que es la alternancia espacial y temporal de diferentes especies vegetales en el predio, que tiene ventajas por el uso balanceado de nutrientes, la exploración de raíces de distinta arquitectura que favorecen la porosidad y aporta a la diversidad de ciclos biológicos que se traducen en protección del suelo, reciclado de elementos nutritivos y potenciación del control de malezas y plagas.

También la “nutrición estratégica del suelo” es una de las BPA que aportan a la producción con conservación, porque en cada campaña agrícola, donde se produce la intensificación, siempre hay riesgos de desbalances por la remoción de nutrientes, entonces la reposición balanceada de los mismos, ya sea en cantidad y fuente, como el momento y ubicación exacta, según las necesidades de cada cultivo, la dotación del suelo y la relación con el clima.

Además, pero íntimamente relacionado, se encuentra la biotecnología que nos permite desarrollar cultivos que sean eficientes y sustentables, es decir, que tengamos a nuestra disposición especies vegetales que sean capaces de producir alimento o energía de manera sostenible. 

En este marco, la Subsecretaría de Recursos Naturales, dependiente del Ministerio de Producción, dentro de sus atribuciones y competencias, colabora en el manejo sostenible de los suelos promoviendo la aplicación de las buenas prácticas agrícolas a través de la implementación de las Cartas de Suelos que se llevan adelante hace muchos años, en forma conjunta con el INTA a través de convenios con el INTA Regional Chaco-Formosa. 

Por otro lado, y gracias al “Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos” (OTBN) de la provincia del Chaco, sancionado por Ley 6.409, a iniciativa de este Gobierno, se pudo avanzar en una programación ordenada de la agricultura que permite desarrollarse en un marco de gestión ambiental, en el cual, se prevé –entre otras medidas- la ejecución de buenas prácticas agrícolas en cada uno de los planes de cambio de uso aprobados.

Estos puntos son muy importantes de destacar. En primer orden, por el significado de contar con herramientas de desarrollo como lo es el ordenamiento territorial que nos brinda la posibilidad de que la agricultura se desarrolle, se mejore, se extienda y se fiscalice en nuestra Provincia, comprendiendo que hasta el año 2006 toda actividad de expansión agrícola que existía se realizaba en forma desordenada, sin ninguna medida de conservación y bajo la absoluta ilegalidad, justamente por no contar con un instrumento como lo es el ordenamiento territorial. Por otro lado, el Ordenamiento Territorial, y los planes que surgen del sistema de actual de gestión, nos brinda la posibilidad de contar con la información técnica y de medición necesaria para poder decisiones en miras del desarrollo sostenible de la provincia del Chaco. 

Este escenario, nos pone en la enorme responsabilidad de continuar con el trabajo de actualizar y perfeccionar el OTBN, y su sistema de gestión, que permita el desarrollo de la agricultura, la incorporación de tecnología, y que al mismo tiempo, se proyecten las actividades de conservación de los suelos, los bosques, la fauna, la biodiversidad, con el objetivo final de lograr un sistema sostenible que nos haga mejores, que produzcamos más y mejores alimentos, que conservemos los bosques que producen servicios ecosistemicos, que apliquemos políticas de conservación de la biodiversidad a trabes de estrategias de corredores, en fin, que desarrollemos en forma participativa un marco jurídico de gestión sostenible que sea capaz de implementarse a un largo plazo y de mejorarse permanentemente de acuerdo a los avances de la tecnología y la ciencia.